Una nace en un pueblillo llamado Costa Rica. Ahí todo el mundo llega tarde, hay que hacer filas de kilómetros, las cosas sirven a medias y las calles están llenas de huecos. Pero tenemos “tecnología”…que salvada!
Por ahí de los noventaytantos me levanté un día y estaba a un “clic” del mundo. Si quería conocer otra ciudad nada más buscaba información sobre ella y ya, sabia que hace la gente, que come, donde va y como habla.
Más tarde, ya en los dosmiles, conocí a Google, el lo sabe todo. Ya no tengo ni que buscar, nada mas preguntarle lo que quiero saber, en el idioma que lo quiero saber y cuando lo quiero saber.
Con Google conocí a gmail. Antes de eso yo era fiel a Yahoo! pero gmail llego justo en el momento en el que estábamos teniendo problemas, así que decidí probarlo. Ahí me quedé, además de que gmail es el contacto perfecto para otras actividades bien entretenidas como blogger.
En fin, lo mejor de todo es que uno se va dando cuenta que no son cientos ni miles, sino millones de personas que pasaron por esta misma historia y hoy tienen relaciones de todo tipo con estos nuevos sujetos. Cada quien escoge, lo que es importante es conocer las opciones y no quedarse fuera.
Mientras más conozco el Internet, me siento un punto cada vez más pequeño dentro de este enorme universo de posibilidades, usuarios, clics, links, urls, etc.
Ahora queda aprovechar cualquier nueva información, actualizarse y mantenerse en la carrera, que en realidad no sabemos si alguna vez va a haber una meta a la que tengamos que llegar para ganar, pero si sabemos que por ahora gana el que se mantiene al frente.
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1 comentario:
Es interesante el tema de las lealtades en Internet, cuando hablás de cómo dejaste a Yahoo por Gmail. Creo que Internet es un espacio donde, por su condición de anonimato, podemos renunciar y deshacernos de las cosas y la gente, sin remordimientos. Si de un día para otro dejamos de ir al pulpero o al bar de toda la vida para ir donde su competidor que trabaja enfrente, alguien se resentirá por ello. Y peor sería si nos quitáramos de encima un amigo sin excusa. En la red es diferente: podemos renunciar a un servicio y cambiarlo por otro, o borrar a un amigo de Hi5 o dejar de chatear con alguien, y nadie podrá reclamarnos por ello.
Definivamente, la socialización virtual es un mundo aparte.
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